Entrevista con Electric Nana
Electric Nana: Me encantaría poder hacer siempre discos de mil colores, y así no privarme de nada.
Electric Nana (Mónica Vázquez) es una cantautora de Madrid que ha publicado varios singles y estrena ahora su álbum de debut, «To Life!» con el sello Sin Anestesia. El disco («discazo», por cierto) sale a la venta el 21 de abril y consta de 11 temas extraordinarios, de gran frescura pero muy trabajados. El álbum abre con «Won’t Stop«, una canción pop muy pegadiza que podría irrumpir con mucha fuerza en nuestro país. «Won’t Stop» es un primer single para abrir el apetito de un disco muy variado. Un disco en el que el pop de este primer tema da paso al folk americano de «Forever Hold Me«, el swing de «A Brand New Hat» y otros ritmos muy bailables con un sonido muy de autor, como el de la bellísima «Scattered«.
El disco ha sido grabado, producido y mezclado por Fernando Montesinos en los estudios Noisy House de Madrid, y masterizado por Eduardo Cruz y Fernando Montesinos en los estudios The Optimist de los Angeles, California.
Todos los temas han sido compuestos por Mónica Vázquez, Electric Nana, que canta y además toca diferentes instrumentos en este disco. Pero es sin duda su voz, junto a la composición, lo más destacable de esta artista. La voz de Electric Nana suena en su muevo trabajo mucho más madura, sobre todo en matices. Pero, a la vez, es una voz que ha adquirido tal naturalidad y frescura, que se diría más joven.
Aunque me cuesta apuntar influencias o semejanzas para esta cantante, puedo decir que Electric Nana, en este disco «To Life!«, canta con la fuerza de Katrina Leskanichy (Katrina and The Waves), el espíritu pop de las suecas Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad (ABBA) y todo el corazón de la persona que hay detrás de este gran proyecto musical. Porque me atrevo a decir que hay mucho de Mónica Vázquez en este disco, y atrás quedan quizás canciones más sencillas y que han sido tan solo el preludio de una gran artista que nace con este álbum de debut.
Entrevista con Electric Nana
Mónica Vázquez (Electric Nana) ¿dé dónde viene tu nombre artístico?
De la fusión de varias cosas en realidad. «Nana» era un apodo familiar, porque me pasé la infancia cantándole nanas a mi hermana pequeña. «Electric» llegó junto con un portátil y el Logic, y la posibilidad de crear las melodías que escuchaba en mi cabeza, con guitarras eléctricas, sintetizadores, batería… de todo. Fui a lo más sencillo, a lo que sonaba más natural entonces, aunque ahora el nombre suene rebuscado. 🙂
Varios singles publicados, una banda sonora y por fin tu primer álbum. Hablanos de este nuevo trabajo, «To Life!».
«To Life!» es una celebración de todo lo que me ha pasado hasta ahora. Un brindis por todo lo vivido, lo bueno y lo no tan bueno. Normalmente cuando trabajas en un disco partes de un punto concreto, una estética o una idea. Un paisaje, una historia. En mi caso ese punto, de existir, sería mi propia vida, tan cambiante, extraña y difícil de definir como la de cualquier persona. Así que este disco es un conjunto de momentos inolvidables, anécdotas que nunca antes había contado, heridas que se hicieron cicatrices y muecas que se convirtieron en sonrisas. Es la historia de una pequeña vida. Sin más. Y me hace inmensamente feliz poder compartir este viaje con quien quiera apuntarse al brindis.
Pop, folk, balada romántica, tu trabajo recorre diferentes géneros sin la más mínima dificultad. Con cuál de ellos te sientes más cómoda al componer y con cuál de ellos sientes más ilusión al interpretarlos de cara al público en directo.
Confieso que nunca he sido muy buena a la hora de saber dónde termina un género y comienza el otro. Quizá por eso mi música suena un poco a una mezcla de muchas cosas.
Me encantaría poder hacer siempre discos de mil colores, y así no privarme de nada. Pero a nivel técnico, como compositora me gusta más escribir folk, como cantante prefiero cantar jazz, como músico prefiero tocar swing y como público… prefiero el rock.
En 2013 se estrenaba la película de Daniel Carpalsoro, «Combustión», de la que formas parte de su banda sonora con cinco temas. ¿Cómo fue trabajar para ese proyecto? ¿Contabas ya con algunos temas que podían encajar o tuviste que empezar de cero?
Fue increíble trabajar en este proyecto porque siempre había soñado con hacer bandas sonoras. Me encanta todo el proceso de meterte en el mundo de la película, empaparse en su estética, en su poesía, y escribir algo que enriquezca y deje respirar la trama. Me encantó y estoy deseando repetir la experiencia.
Tengo entendido que uno de los temas que había compuesto en la universidad le gustó mucho a Daniel y me invitó a formar parte del proyecto trabajando con Carlos Jean que era el encargado de la parte musical de la película. Compuse tres temas con él (Hungry Games, So Young y Time), y dos por mi cuenta (Someone – que me consiguió el trabajo – y Fire up). Componer Fire Up para la escena de sexo fue un reto maravilloso que prácticamente se resolvió sólo: compuse, grabé y produje el tema en casa en unas dos horas, la mandé y les encantó a todos. Y la pusieron en la peli, tal cual. Fue increíble.
¿Es muy diferente componer para un álbum que para una banda sonora, que a fin de cuentas es la idea de otro?
Es un proceso diferente, pero de cualquier manera siempre compongo mis canciones como si fueran la banda sonora de escenas. Cuando las escenas surgen de mi experiencia personal, de mis propios sentimientos, las letras se embarran más con emociones antiguas, con la persona que fui y la persona que soy cuando me pongo a escribir. Es más complicado, más personal… porque desnudarse siempre es personal.
Cuando compones para escenas que salen de cabezas ajenas, utilizas la imaginación para hacer la escena tuya. Recurres a sentimientos propios, sí, pero la imaginación hace la mayor parte del camino. Y es precioso dejarse llevar por lo que habría llegado a ocurrir, por el «¿qué pasaría si fuera yo la de la pantalla?». Es realmente fascinante. Imagino que es como cuando un actor coge un guión y lo hace suyo, y se convierte en el personaje, y lo enriquece con quien es y con quién ha sido.
Y ahora que se publica ya tu primer largo, ¿qué planes tienes para hacérnoslo llegar a todos?
Tengo la inmensa suerte de estar trabajando con gente increíble que sabe mucho más que yo sobre cómo hacer florecer un proyecto y que llegue a todas partes. Confío en que RLM y Sin Anestesia nos llevarán a sitios increíbles. Y mientras tanto, seguiremos con las redes sociales y los vídeos de youtube, las risas compartidas, los conciertos…
¿Conciertos íntimos, grandes salas o festivales? ¿cuál de estos formatos te atrae más y por qué?
Todo tiene su encanto. Los conciertos íntimos son lo que más he vivido y disfrutado, porque la conexión que se establece con el público es brutal, y es muy divertido. Especialmente si están bebiendo cerveza.
Muero de ganas de tocar en festivales, y a pesar de haber cantado para grandes masas de gente, no es lo mismo cantar una colaboración que presentar tu propio proyecto así que… cuando lo viva, os diré. 🙂
Si tuvieras una pequeña bola de cristal con la que pudieras ver tu futuro, ¿dónde te gustaría verte?
Me gustaría verme viviendo tranquilamente de la música, en una casa de madera preciosa frente a un lago rodeado de montañas. Componiendo sin parar. Dando muchos conciertos. Escribiendo libros también. Viajando mucho. Y siempre teniendo a alguien con quien compartir los pequeños grandes momentos. Y con una sala llena de instrumentos maravillosos y guitarras increíbles, por supuesto.