Entrevista con Musselman

Musselman: «Tiendo mucho a la melancolía, porque es algo que me parece bastante real. Tanta alegría me mosquea»

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Musselman es un grupo de folk, formado en 2008 en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Con dos álbumes completos a sus espaldas, “Musselman” y “Weird Dance”, la música de Musselman reúne sonidos de diferentes géneros, como el folk, base principal de su música, la psicodelia, con la que crean atmósferas envolventes, o la Americana, género en el que se sienten muy cómodos y funden con raíces de otras tierras.

El secreto de esta banda radica en dos grandes pilares: la belleza de la voz del líder de la banda, muy bien armonizada por el resto de componentes, con acompañamientos a tres voces y repliques muy sutiles de guitarra; Y el gran nivel de la composición de sus canciones, pequeñas obras maestras que se suceden una a una durante todo su repertorio.

La banda la componen Manuel Flecha (Voz, guitarra acústica, banjo), Sergio Montero (Guitarra eléctrica), Álvaro Rivera (Bajo), Javier Puente (Percusión).

 Entrevista con Manuel Flecha de Musselman

Musselman se forma a finales de 2008, en Alcalá de Henares. ¿Cómo surge el proyecto?

El proyecto surge después de venir de otros grupos, cuando hacíamos rock y otros tipos de música diferente. Y como melómano que soy, me apetecía hacer algo un poquito más folk. Y a partir de temas que tenía, que cantaba en la ducha, de cosas que tenia, de ideas, pues empezamos Javi y yo. Javi es la parte que maneja las máquinas y yo soy la parte que crea. Y empezamos a hacer el proyecto muy lentamente. Tardamos un año en hacer el disco.  Se fue cocinando lentamente. Él poniendo la parte de producción y yo la parte creativa. Y con ello sacamos el primer disco.

¿Quién compone las canciones en Musselman y qué inspira a Musselman a componerlas? 

Pues básicamente las canciones vienen de ideas que tengo, de locuras que se me ocurren y  luego se moldean mucho en el estudio. Porque en el estudio también se compone muy bien. Y luego ya en este último disco, han colaborado más los otros componentes, por lo cual se ha conseguido un sonido un poquito más fresco con respecto al disco anterior.  Pero básicamente las ideas suelen venir de aquí, de “servidor”. ¿Y en qué me inspiro? Pues en muchísimas cosas. Tiendo mucho a la melancolía, porque es algo que me parece bastante real. Tanta alegría me mosquea (risas). Nada, eso es broma. Pero sobre todo la naturaleza me influye muchísimo. Soy una persona que me gusta mucho andar por ahí. Y siempre me surgen mogollón de historias sobre lo que veo. Sobre todo de la naturaleza, los árboles, todo por donde me muevo, todo me sugiere alguna melodía.

Las letras de Musselman están en inglés. ¿Por qué habéis escogido el inglés y qué ventajas os ha aportado?

¿El inglés? Pues porque toda la vida he escuchado música en inglés y la música que me emocionaba, que me ponía los pelillos de punta estaba en inglés. Esa es la historia. Parte escuchaba música en inglés sin saber inglés. Me encantaba la sonoridad que tenía. Y canto en inglés, pues como podía cantar en esperanto (risas). Pero canto en inglés porque realmente me gusta su sonoridad. Me resulta más complejo y más duro hacerlo en castellano, y no me suena de la misma manera.

Más de siete años de andaduras y dos álbumes autoeditados. ¿Se hace duro el tener que hacerlo todo vosotros? 

Sí. Como seas una persona muy ambiciosa, ya lo hubieras dejado, o te hubieras operado y puesto pelo, o hubieras hecho algo que hubiera sido para entrar en el mainstream, o lo que fuera. Pero sobre todo lo que tenemos es muchas ganas. Se hace muy duro, la verdad. Pero tenemos muchas ganas y nos divertimos bastante con el tema. Duro, es tan duro como que no entras en los medios, tienes que estar dando la paliza todo el día, tienes que estar delante del ordenador siempre convenciendo a la gente. En muchos lugares no escuchan tu música, por mucho que la mandes. Es complicado. Es bastante complicado. Poco a poco y mucha paciencia tienes que tener.

El pasado 19 de Febrero presentabais «Weird Dance» en un lugar emblemático, con más de 400 años de historia, el Corral de Comedias de Alcalá de Henares Hablame de ese concierto y de vuestro último trabajo.

Aquella experiencia fue impresionante, porque es un sitio en el que yo ya había trabajado también, como ayudante, de técnico, y el sitio es maravilloso. Y siempre pensé que en ese sitio me gustaría tocar. Y es un sueño que se cumplió. Y la verdad es que es precioso. Y el último trabajo que fue lo que presentamos, pues surgió igual que el otro, con ideas que van de alguna manera siendo fruto de mi incontinencia mental. Y, a parte, se ha aportado, por parte de Sergio y de Álvaro, un punto de frescura. No soy solo yo el que ha aportado todo al disco. Ahí hay algunos puntitos, como el de Sergio con la guitarra eléctrica y Álvaro con el bajo, con los que se ha refrescado un poquito la historia.

Recién nombrados semifinalistas del Proyecto Demo (Capitán Demo) con Paula Quintana de Radio 3. ¿Sorprendidos? ¿Qué creeis que es lo que aporta Musselman para destacar de entre tantos proyectos participantes?

Sí. Yo totalmente. No sabía que estábamos apuntados allí, nos apuntó el percusionista, y me dí cuenta cuando iba conduciendo en el coche. Estaban sonando los demás grupos, lo tenía casualmente puesto en el coche, y escucho: “Musselman”. Y digo…¡¡¡Hostias!!! ¿Y esto? (Risas). Y ahí estábamos.

Y yo bueno, mi opinión sobre la música que se hace en este país… es un poco “talibán”. Pero bueno, es mi opinión y no quiero influir a nadie, ni nada. Creo que hay muy poca originalidad, al menos en lo que yo he escuchado. Todo el mundo, como que de alguna manera copia  lo que en ese momento está vigente. Aunque seguramente haya muchos grupos que se escapan de mi conocimiento. Y yo lo que creo que aporta Musselman, dentro de mi humilde modo de ver, es un poquito de originalidad con respecto al tamiz de estilos que nos gustan, dentro del folk, del rock, de la psicodelia. No sé. Como que una manera un poco arriesgada y sin miedo a expresar lo que nos gusta hacer.

Miembro del grupo Musselman, pero además tienes varios proyectos paralelos, «Gizzard» y «Flechman». ¿Qué te aportan estos proyectos que no puedas desarrollar en Musselman? 

Con Flechman, cuando voy yo solo, me aporta que no tengo que repartir nada de dinero con los demás. (Risas). Eso es lo primero. (Risas). Y a parte, pues puedo hacer temas más negros. Musselman es más folk, que cabe también todo, pero por ejemplo en Flechman, puedo meter una versión de Otis Redding, como un tema más funk, o incluso el «Ace Of Spades» de Motörhead. Versiones y temas propios. Y Gizzard es como me desahogo. Gizzard tiene una vertiente mucho más eléctrica, más psicodélica. Es un poco tirando hacia una mezcla entre el garaje y los Pink Floyd de la primera época, un poco pasado con los 13th Floor Elevators. Un poquillo de locura. A mi me encanta todo. Puedo escuchar lo mismo a Pentangle, o puedo escuchar música tradicional escocesa, como puedo escuchar música africana. Me gusta todo. Y es una manera de diversificar mi locura.

Hablando de versiones, os escuché en la sala Ego Live hacer una versión del «Heoes» de David Bowie que me puso los pelos de punta. ¿Eres muy fan de la música de Bowie?

Bueno. Soy fan de canciones. De canciones que me han gustado siempre. De Bowie me gustan esas canciones. Pero luego hay otras que no me gustan nada. Es como que no tengo prejuicio en que algo me llegue, como por ejemplo también la canción «Crazy» de Gnarls Barkley, que luego hizo de ella una verisón, Ray Lamontagne. ¡Me cachis! ¡Ha llegado antes que yo! (Risas) Y de Bowie pues esas canciones sobre todo de la primera época, luego ya no me gusta tanto.

¿Cuáles van a ser los próximos pasos de los dos proyectos, Musselman y de Gizzard?  

Pues intentar sobre todo no perder la ilusión, divertirnos, seguir haciendo lo que nos gusta, y sobre todo, intentar tirar la caña a ver si podemos hacer algo. Y sobre todo poder viajar, poder tocar, poder ganar algo de dinero si se puede, que eso es complicadísimo. Intentar que nos escuche la gente, que nos vean, que vean que merecemos la pena, que dentro de este país no tenemos nada que envidiar a muchísimas bandas que hay funcionando a un nivel mas potente, y no solo nosotros, sino más bandas como nosotros, que están en esa tesitura y que no salen.