Japanther en el Apolo (Barcelona), crónica del concierto

Japanther Apolo Barcelona

Cinco minutos antes se puede leer JAPHANTER en el cartel de neón del local, el Apolo de Barcelona. Dj Coco está dentro a los platos aderezando con algún tipo de… ¿rap? Parece que quiere ignorar lo que sucederá a continuación, o tal vez no, no lo sé.

Matt Reilly, bajo/voz, aparece en escena con un baile completamente arrítmico y torpe. Acaba de soltar el bajo, ¡esto promete! Luego llega Ian Vanek, batería/voz, vestido como The Wonders y con un efecto de sonido como “Video killed the radio star” de The Buggles.

Musicalmente hablando nos encontramos con dos voces sonando al unísono, alegremente melódicas y bien trabajadas, un bajo garage old school y una batería lejana manteniendo el ritmo. Todo ello acolchado por un sampler que aparece a lo largo del show aportando una atmósfera agradable, acompañando las melodías y reforzando la batería.

JAPHANTER dan forma a un cierto tipo de “garage melódico artificial”, en un espectáculo bien planificado que no podemos tipificar como el mismo garage/punk de hoy en día, ya que esto sería injusto para el género.

El bajo tiende a caer en la segunda cuerda del tercer traste, pero esto ya es la idea. “…Como The Ramones”, dice mi colega, y tiene razón. Si diseccionamos los artificios de la música de este dúo neoyorquino, encontramos esa raíz, y esto es algo que confirmamos cuando empalman uno de sus temas con el famoso “hey ho, let’s go”. Ellos lo dijeron todo.

El primer “pogos” llega en la mitad del show, pero como un tímido empujón, sólo por diversión, más que adolescentes aliviando sus frustraciones sexuales. Ese sonido no puede hacer mucho daño, quizás porque los monitores externos están por debajo de lo que este tipo de banda necesita, y eso se nota. Necesitan más volumen, un recurso fácil cuyo fallo produce una actuación plana.

En conclusión, el espectáculo es muy divertido. Las melodías vocales y el sampler lo hacen elegante, añadiría yo. La gente de 18 a 30 años se divierte y se divertirán aún más después, con la música del club Apolo, así que pasarán una gran noche.